El portal del nublo, de Iván Monzón

El Portal del Nublo, un libro de Iván Monzón.

El Portal del Nublo

«El Portal del Nublo» es un libro de Iván Monzón. Está publicado por la editorial Bilenio y que ya tras su presentación en la pasada Feria del Libro de Las Palmas de Gran Canaria me llamó la atención, por varios motivos. El primero, por la cálida acogida que recibió del público asistente, tanto en ventas, colocándose rápidamente como uno de los más vendidos, como en las valoraciones de los lectores. Una trayectoria que, además, me consta ha tenido continuidad en su paso por las librerías, en donde, en buena parte de ellas y en apenas cuatro meses, se ha tenido que reponer en varias ocasiones.

El segundo, por su premisa, al plantearnos una historia de fantasía que homenajea a los clásicos de los 80 y los 90, pero aportándole la originalidad de basar su argumento no en mitos celtas, nórdicos o grecorromanos -como parece que es obligado dentro de este género-, sino en leyendas populares y con gran arraigo en nuestras Islas.

Si a todo lo anterior se le suma, además, el acierto de Bilenio de haber incluido al final del libro una especie de fichas con ilustraciones de los personajes mitológicos que aparecen en la novela, realizadas magistralmente por Cristian Melián.

¿Qué nos encontramos?

Los protagonistas son Dani e Idaira, dos jóvenes de Gran Canaria que suben junto a los perros de Idaira, Sancocho y Tirma, a fotografiar el atardecer desde la Ventana del Nublo, ese majestuoso arco de piedra natural situado en el corazón de nuestra isla redonda y desde cuyo interior puede verse el Roque Nublo y el Teide.

Pero, al caer la noche, algo extraño y que nadie espera sucede, y da comienzo una carrera contrarreloj en la que se conjugarán varias de las leyendas y los mitos más populares de Canarias, como la isla de San Borondón, la leyenda de Guayota el destructor, los perros Tibicenas o el árbol de Casandra, y en la que nuestros protagonistas contarán tan solo con la ayuda de los conocidos como los ocho Protectores, unas criaturas mitológicas y fantásticas, con extraordinarios poderes,  que derivan de cada una de las Islas Afortunadas.

La premisa de esta historia, pese a su sencillez, o quizás gracias a ella, me resultó muy sugerente, divertida y atrevida. A lo que se le añade, también, una escritura llana y fácil de leer, y que contiene, al mismo tiempo, un ritmo ágil y muy visual que consigue atraparte en todo momento, y que creo que enganchará, incluso, a todos aquellos que les suele costar coger un libro entre sus manos.

Otro elemento a favor de la novela es el uso que hace el autor de la belleza y el encanto de nuestros paisajes, a los que convierte en un personaje más, y como, aun siendo un libro que pudiera entenderse en cualquier parte del mundo, cuenta con los suficientes elementos inherentes a nuestras singularidades que agradarán, sin duda, al lector isleño, al verse reflejado en muchas de las situaciones que se cuentan.

¿Por qué leerlo?

En mi opinión, es un libro muy recomendable que contiene humor, romance, misterio y muchísima fantasía, y que, como probablemente le suceda a los británicos cuando leen obras como la saga de Harry Potter o El Señor de los Anillos, se enorgullece de utilizar en su trama nuestros mitos y nuestras leyendas, fomentando, diría de una manera amena y poco explorada hasta la fecha, el patrimonio histórico y cultural del Archipiélago Canario.